Este artículo tiene como principal objetivo que padres de familia, tutores y/o profesionales de la educación lleven a cabo un análisis que sirva como herramienta para reflexionar por qué el término de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, posee un estigma en pleno 2016; generando emociones de temor, angustia, preocupación, enojo, frustración, etc., al momento de proponerles llevar a su niño/a con un Paidopsiquiatra.
Usualmente, cuando la persona responsable por parte de la institución educativa – llámese Psicóloga, Pedagoga, Tutora, Titular del grupo, entre otras – le informa al padre o responsable del menor que es necesario que el/la pequeño/a sea evaluado por un Psiquiatra; por la mente del papá cruzan ideas tales como: ¿qué habrá hecho mi hijo para considerarlo “anormal”?, ¡están “locos” en la escuela… yo no lo voy a llevar!, ¡quizá no le “cae” bien mi hijo/a a la maestra!, ¿esto es algún tipo de discriminación?, ¿lo que pasa es que la maestra no puede controlar a niños/as inquietos/as?, etc.
Como pedagoga y familiar –en la actualidad- de un adolescente con una Necesidad Educativa Especial (N.E.E.), y reiterando lo que en artículos anteriores se ha afirmado, es importante “romper con falsas ideas” sobre el papel que desempeña un Paidopsiquiatra dentro del ámbito escolar; y para ello se transcribe el concepto que la AMPI (Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil A. C.) tiene sobre dicho profesional de la salud:
El Paidopsiquiatra o Psiquiatra de niños y adolescentes, es un médico que ha realizado estudios de Médico Cirujano ( 6 años) y 2 postgrados, uno en Psiquiatría General (4 años) y otro en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia (2 años)
Una vez que conocida la preparación con la que cuenta un Psiquiatra de Niños y Adolescentes vale la pena romper con la falsa creencia de que al acudir con este especialista; mi hijo/a saldrá con una lista de medicamentos que ÚNICAMENTE lo mantendrá “drogado”, si no es que a la larga se convertirá en un “adicto”… De nuevo un pensamiento reduccionista de un profesional de la salud que además de ser médico cuenta con una capacitación en Ética.
El REAL CAMPO DE ACCIÓN de un “DOCTOR DE LA MENTE” (por llamarle de alguna forma más común, aunque incorrecta) no está reducido EXCLUSIVAMENTE a la prescripción indiscriminada de fármacos; al contrario el Paidopsiquiatra hoy día busca la tan anhelada inclusión de pequeños/as y adolescentes con alguna “necesidad especial” en todos y cada uno de los ámbitos en los que se desenvuelven éstos, y sólo en casos que así lo requieran indicará medicamentos a dosis mínimas terapéuticas, con sus respectivas adecuaciones paulatinas, considerando el punto de vista del paciente, la familia, la escuela, pares, y observaciones del propio médico.
Desafortunadamente por cuestiones de tiempo en este artículo sólo se buscó iniciar con la ruptura de ETIQUETAS ERRÓNEAS SOBRE EL TEMA DE LA PSIQUIATRÍA INFANTIL Y DE LA ADOLESCENCIA, pero quizá en futuros documentos podrán abordarse rubros más específicos, pues la Psiquiatría por sí misma es un tópico con varias interrogantes para la población en general.
Para concluir y nuevamente considerando la liga de la AMPI (http://www.ampi-ac.org/index.php/que-es-un-paidopsiquiatra) se enlistarán algunos de los Trastornos del Neurodesarrollo que atiende el Paidopsiquiatra:
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
- Trastorno del Lenguaje, de la Coordinación Motora, del Aprendizaje y del Espectro Autista
- Discapacidad Intelectual
- Trastornos Emocionales (Depresión y Trastorno Bipolar)
- Trastorno de la Ansiedad (Fobias, Estrés postraumático, Trastorno de pánico)
- Reacciones ante estrés agudo
- Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
- Trastorno Oposicionista Desafiante y otros problemas de conducta.
- Trastorno de la Eliminación como Enuresis y Encopresis
- Trastorno de la Alimentación (Anorexia, Bulimia, entre otros)
- Abuso y Dependencia de Drogas
- Psicosis de inicio en la infancia y adolescencia
- Cutting, Bullying, y
- Problemas en la interacción y adaptación escolar, familiar y social entre otros.