Dentro de la historia del ahora adolescente de quien soy responsable, en repetidas ocasiones, cuando identifico de nuevo signos de que está siendo acosado en la escuela; cuestiono; en quién recae la responsabilidad de dicha situación, hago un balance del número de escuelas recorridas, y de todas las medidas de protección que en su momento cada una de ellas me ofreció para garantizarme que no se repetiría el famoso “bullying”.
Entonces… si las instituciones educativas cuentan con programas de prevención y diagnóstico oportuno de acoso escolar, ¿recae en mí el “problema”?, ¿estoy educando erróneamente?, ¿las estrategias que yo le proporciono no son las necesarias o resultaron insuficiencias para que él pudiera sentirse seguro en el ámbito escolar?… Como se ve, son numerosos los cuestionamientos que llegan a la mente de un padre o tutor cuando su hijo/a no desea acudir a la escuela por miedo a sus propios compañeros.
En retrospectiva, creo que en la última sesión con el psicólogo cuando me ofrecieron una alternativa; que hoy día ha dado buenos resultados en mi caso. El objetivo de las sesiones con el profesional de la salud, sería trabajar habilidades sociales y/o identificar si el lenguaje no verbal de mi familiar –inconscientemente- era un factor detonante para ser violentado física o psicológicamente por alguno de sus pares.
Hoy, puedo afirmar que los niños/as y adolescentes no deben ser encasillados como personas “malas” o “buenas” pero sí, que a temprana edad hay menores con perfiles o pautas de comportamiento disruptivos; que detectados oportunamente ayudarían a la prevención del acoso físico o psicológico dentro de las instituciones educativas, tales como…
Según criterios de criminalistas y psicólogos (Avilés J.M), el AGRESOR:
- Espera y quiere que hagan siempre su voluntad
- Trata de resolver los “conflictos” de forma inmediata y partiendo de la agresión al otro, pues le gusta experimentar la sensación de poder. En este aspecto puede existir superioridad física o cronológica respecto a la “víctima”
- Presenta baja tolerancia a la frustración (lo que puede provocar mayor saña contra su “victima” sí ésta en algún momento presenta resistencia)
- Tiende a la impulsividad
- No muestra sentimientos de culpa
- Viola normas sociales e institucionales
- Muestra actitudes desafiantes ante los adultos o figuras de autoridad
- No se siente bien o no disfruta estar con otros niños/as
- Sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en casa, escuela o familia (percibiendo escaso apoyo y supervisión parental)
- Puede tener antecedentes de haber sido humillado por adultos
- Estar viviendo bajo presión para tener éxito en sus actividades
- Tiene una baja autoestima (pero están convencidos que sus actitudes los fortalecen)
Las acciones contra las víctimas son; agresiones dañinas y perjudiciales, realizadas de forma repetida y dirigida a personas a las que les resulta difícil defenderse de:
- Golpes
- Burlas
- Motes o apodos (generalmente basándose en alguna condición física evidente del menor “acosado”)
- Trato despectivo
- Rumores o mentiras
- Aislamiento
- Ofensas
- Que los ANULEN
En síntesis, los “alumnos bully” se caracterizan por una AGRESIVIDAD ESTABLE, que se configura como característica conductual y da como resultado LA DESADAPTACIÓN Y LA DISTRACCIÓN DE LOS OBJETIVOS ESCOLARES. El hecho de que la “víctima de acoso” vea al alumno bully como una persona malvada y dura, únicamente contribuye a reforzar su(s) conducta(s).
Ahora, en el caso del niño/a o adolescente que es víctima de acoso, éste/a se caracteriza por:
- Presentar dificultades interpersonales que se percibe con una menor asertividad
- Ser poco sociable
- Sensibles
- Tímidos
- Tener menor aceptación y apoyo de su grupo
- Bajos niveles de autoestima
- Desventajas físicas (complexión débil, obesidad, algún tipo de discapacidad)
- Rendimiento académico superior al del “agresor”
- Presentar altos niveles de ansiedad
- Mostrar estrés constante
- Estar sobreprotegido por padres o tutores y/o tener poca independencia
- No contar con habilidades para imponer sus necesidades
- Incluso presentar INDEFENSIÓN APRENDIDA: esto se refiere a entrar en un círculo de victimización, después de haber sufrido uno o dos episodios de agresión por parte de sus pares.
- Su aislamiento
- Somatizar o presentar síntomas físicos (incluso pueden llegar a manifestar algún trastorno del estado de ánimo como: Depresión)
Tomando en cuenta la información antes descrita se puede concluir que tanto el alumno/a que abusa; así como el niño/a y/o adolescente acosado, son personas que reclaman atención y apoyo de… sus padres o tutores, los profesionales de la educación y de la salud, ya que la diferencia en cuanto a su calidad de vida estará marcada por un DIAGNÓSTICO OPORTUNO DE HABILIDADES A DESARROLLAR, Y DE PATRONES DE COMPORTAMIENTO A TRABAJAR DE FORMA ASERTIVA, TENIENDO COMO FUNDAMENTO la siguiente frase: “hay necesidad de libertad, como de igualdad en todo el sentido de la palabra”