El aprendizaje de nuestros hijos/as puede verse afectado por una serie de factores; uno de ellos son los factores ambientales. En esta temporada, el clima juega un papel muy importante, ya que el frío puede afectar directamente la manera en la que nuestros hijos/as adquieren el conocimiento.
El frío puede hacer que nuestros hijos sufran temporalmente una disfunción sensorial, lo cual quiere decir que por un corto periodo de tiempo (mientras las temperaturas estén más bajas, usualmente al inicio del día) los sentidos no responderán de manera adecuada a los estímulos. Esto sucede sobre todo con el sentido del tacto, que es el que se ve más atrofiado con el frío.
Pocas escuelas en nuestro país cuentan con algún sistema de regulación de la temperatura dentro de las aulas de clases. En la mayoría de los casos, la manera de hacerle frente a las bajas temperaturas de esta temporada es procurando que nuestros hijos vistan de la manera adecuada para la estación.
Las principales recomendaciones son:
- Vestir a nuestros hijos/as “en capas”. Esto quiere decir que es más eficiente ponerle varias capas delgadas de ropa a nuestros hijos, que una capa gruesa. Esto para que conforme vaya calentando el día, puedan irse quitando o poniendo capa por capa, de acuerdo a los cambios de temperatura.
- Asegurarse que se encuentren calientitos de los pies, utilizando calcetines y zapatos cerrados. Si tenemos hijas que llevan falda a la escuela, vestirlas con mayas o medias térmicas debajo.
- Si la temperatura en donde vives es más extrema, es recomendable que cuando nuestros hijos/as salgan a la calle, lleven gorro y bufanda.
También podemos notar que, durante el tiempo de frío, nuestros hijos suelen tener más hambre, y usualmente antojo de cosas más “pesadas” como por ejemplo pan, galletas, chocolate, etc. Esta es una manera del cuerpo de pedir más calorías para mantenerse caliente. Por lo mismo también se nos puede dificultar que nuestros hijos consuman frutas y verduras frescas, ya que se les antojan menos, pero sabemos que es importante que las consuman, sobre todo aquellas ricas en vitamina C, de manera que se encuentren más protegidos contra las enfermedades respiratorias.
En este caso, es recomendable que nuestros hijos consuman las calorías de una manera saludable, es decir, con alimentos que otorguen más nutrientes, y que también satisfagan su antojo. Algunas alternativas saludables para esta época son:
- Mantequilla de cacahuate untada en pan tostado integral.
- Chocolate caliente. (Podemos realizarlo con chocolate amargo y poca azúcar)
- Jugos de frutas cítricas.
- Galletas o muffins elaborados en casa con avena, harina integral y frutos rojos.
- Pan con aguacate.
Lo que no debemos perder de vista es que podemos permitir que nuestros hijos satisfagan sus antojos, pero también procurando que ingieran alimentos que les aporten energías saludables.