El “cesto de los tesoros” …una actividad para que los niños de 6 a 12 meses aprendan a través de sus sentidos.

En esta ocasión es el objetivo de este artículo, que él o la lectora identifique que los pequeños de 6 a 12 meses de edad deben contar con los estímulos sensoriales suficientes y adecuados, para alcanzar el desarrollo óptimo de sus habilidades. Partiendo de lo anterior quizá surjan interrogantes tales como: ¿qué tipo de “juguetes” u objetos ayudan a mi hijo/a a desarrollarse sanamente?, ¿cómo debo presentarle dichos estímulos?, ¿es costoso el material que mi hijo/a necesita a esta edad?, etc..

Es prioritario mencionar que en esta etapa, la mayoría de los “menores” ya se sientan solos, logran ponerse de pie, dar sus primeros pasos, pronunciar letras aisladas y llegar a formar sus primeras palabras gracias a la capacidad que posee el cerebro de multiplicar las conexiones neuronales SIEMPRE Y CUANDO  ÉSTE RECIBA LA ESTIMULACIÓN AMBIENTAL, SENSORIAL, COGNOSCITIVA Y MOTORA QUE NECESITA.

Con el fin de orientar a padres de familia o responsables de niños/as en el periodo antes mencionado, se consultó la propuesta de Tere Majem – maestra especializada en educación infantil, profesora de Pedagogía, Didáctica y Organización Escolar, quien a partir de sus investigaciones y trabajo  conjunto con Eleanor Goldschmied –  del recurso didáctico llamado “El cesto de los tesoros o La Panera de los Tesoros”. Dicha estrategia propone:

  • Presentarle al “pequeño/a” de forma atractiva una canasta o cesto de mimbre con objetos (20 a 25 en promedio por niño) de uso cotidiano, elaborados en casa o elegidos de la Naturaleza (previamente escogidos y VARIADOS) para estimular los sentidos del tacto, gusto, olfato, vista, oído y actividad motora del niño. NO JUGUETES
  • Sentar al niño/a junto a la canasta para que él o ella pueda acceder a los objetos fácilmente, llevárselos a la boca y conocerlos. IMPORTANTE QUE TODOS los materiales puedan lavarse diariamente, que no estén elaborados de algún material tóxico, y que, si se agregaron alimentos perecederos, se retiren oportunamente.
  • Elegir los objetos uno por uno según su cualidad: madera, metal, objetos naturales, generadores de sonido, de formas diferentes, etc.
  • El material deberá ser creativo y renovarse unos cuántos objetos periódicamente a partir de las necesidades e intereses del menor.
  • Tener “El cesto de los tesoros” en un lugar -previamente establecido- sobre una alfombra (incluso pueden incluirse cojines)
  • Pueden participar hasta tres niños MÁXIMO (alrededor de la canasta)

Las características de los materiales son:

  1. Que éste proporcione referencia al niño de superficie, peso, temperatura, forma, color, olor, sonido, consistencia, gusto, volumen, etc.,
  2. Evitar objetos que al ser manipulados con la boca del niño(a) deje restos dentro de ésta, se rompa o pueda cortarse: NO PAPEL CELOFÁN, OBJETOS DE VIDRIO, LANAS O TELAS QUE DEJEN PELUSA.
  3. El cesto puede ser de mimbre duro con 35 centímetros de diámetro y 8 de altura. NECESARIO QUE SEA SÓLIDO, PLANO, ESTABLE Y SIN ASAS, (pues el niño tiende a apoyarse en ésta)

El beneficio para los niños/as de 6 a 12 meses de edad, y principal objetivo de presentar la propuesta de “El cesto de los Tesoros” (o el nombre que ustedes deseen darle a partir de hoy) está en:

  • Favorecer la libre exploración, manipulación, concentración y atención
  • Establecer los primeros contactos, comunicaciones e interés entre ellos a través del juego (socializando al invitar a otros “pequeños” a participar)
  • Descubrir propiedades de los materiales al estimular TODOS los sentidos externos del niño/a
  • Desarrollar coordinación ojo-mano, así como la prensión, y
  • Ejercitar la autonomía del niño (aprendiendo solo y por sí mismo), ya que desde esta etapa el papel del padre o cuidador será únicamente de observador/a; al NO interferir en la acción exploratoria de los “pequeñitos”. El “cuidador” brindará seguridad por medio de la mirada y su presencia estando atento, interesado, receptivo y disponible para los niños/as.

Finalmente, y a manera de reflexión cabe recordar que desde esta etapa y como lo afirmaba María Montessori: “Esta es nuestra obligación ante el niño: darle un rayo de luz y seguir nuestro camino”.

Fer2

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